Viaggiare, partire, viaggiare, viaggiare, partire. Viaggiare, partire, viaggiare, partire, partire, viaggiare, viaggiare, partire, partire, viaggiare, non fermarsi mai. Chilometri che sotto il culo passano e allontanano i guai. Viaggiare, vedere tutti gli angoli della terra, rincorrere le estati farsi, rincorrere dalla guerra che hai nel cuore, correre più veloce del dolore come un jet supersonico. Precedere il tuo stesso rumore e fare in modo che non ti raggiunga mai viaggiare al volante di una macchina scassata che per ogni chilometro in più é un gloria al padre e fare una telefonata a tua madre, dire é tutto a posto, ritorno per Natale ad ogni costo, partire viaggiare agosto dopo agosto ... Allontanare ancora un po' le responsabilità come in una crepa in una barca che prima o poi ti allagherà e sarà forse troppo tardi per rimediare. Partire viaggiare, non dimenticare fotografare il mondo in movimento che si ripeterà ma chissà dove chissà quando partire e vivere cercando e ballando si ritmiche diverse e su diversi accenti ballare sopra i fusi orari e sopra i mutamenti di clima scalare la cima e poi scendere a valle una dieci cento mille miglia coi piedi per bagaglio e il mondo per famiglia mangiare le cucine dei paesi più lontani con le forchette con i bastoncini con le mani i paesi più lontani, ma lontani da che lontani da cosa lontani da dove con le radici nel tuo cuore e i rami nell'altrove. Partire col sole sempre in faccia ad ogni costo agosto dopo agosto... Viaggiare, sentirsi Marco Polo, sentirsi molto, solo qualche volta sopra un treno dentro uno scompartimento pieno di facce che non sai che non saprai confini di solitudini che non cadranno mai, che tu non rivedrai mai scambiare quattro chiacchiere in lingue che non sai comunicare con un semplice sorriso o con un gesto solo scoprirsi Marco Polo e non sentirsi solo tra gli umani stringere milioni di mani in ogni posto agosto dopo agosto... Viaggiare attraverso il suono, buono, il basso che é un tuono viaggiare attraverso la musica attraverso la cultura la scoperta della natura e di sé, viaggiare nei perché viaggiare in Internet o sopra un jet o in bicicletta o a piedi e muoversi rimanendo fermi sul posto agosto dopo agosto...
"Viajar, partir, viajar, viajar, partir. Viajar, partir, viajar, partir, partir, viajar, viajar, partir, partir, viajar, no detenerse nunca. Quilómetros que pasan bajo el culo y que alejan los problemas. Viajar, ver todos los ángulos de la Tierra, perseguir los falsos veranos, perseguir la guerra que tienes en el corazón, correr más veloz que el dolor como un jet supersónico. Anticiparse a tu propio ruido y hacerlo de forma que no te alcance nunca, viajar al volante de un coche hecho polvo que por cada kilómetro de más da una alegría al padre, telefonear a tu madre, decir que todo está en su sitio, volver por Navidad a toda costa, partir, viajar, agosto tras agosto, tras agosto, tras agosto. Alejar aun un poco las responsabilidades, como una grieta de una barca que tarde o temprano se anegará y será quizás demasiado tarde para evitarlo. Partir, viajar, no olvidar fotografiar el mundo en movimiento que se repetirá aunque quien sabe dónde, quien sabe cuándo. Partir y vivir buscando y bailando diferentes ritmos y bajo diversos acentos, bailar en los husos horarios y en el cambio climático. Escalar la cima y después descender a un valle una, diez, cien, mil millas con los pies por equipaje y el mundo por familia, probar las cocinas de los países más lejanos, con tenedor, con palillos, con las manos, los países más lejanos, pero lejanos de qué, lejanos, de cosas lejanos de dónde, con las raíces en tu corazón y las ramas en otro lugar. Partir con el sol siempre de cara a toda costa, agosto tras agosto... Viajar, sentirse Marco Polo, sentirse muy solo, solo alguna vez en un tren, dentro de un compartimiento lleno de caras que no conoces, que no conocerás, confines de soledad que nunca caerán, que nunca volverás a ver, intercambiar cuatro charlas en idiomas que no sabes con una simple sonrisa o con un solo gesto, descubrirse Marco Polo y no sentirse solo entre los humanos, estrechar millones de manos en todos sitios, agosto tras agosto...Viajar a través del sonido, bueno, lo bajo que es un tono, viajar a través de la música, a través de la cultura, el descubrimiento de la naturaleza y de uno mismo, viajar en el porqué, viajar en Internet o en un jet o en bicicleta, o a pie y moverse permaneciendo firme sobre le lugar, agosto tras agosto..."
"Viajar, partir, viajar, viajar, partir. Viajar, partir, viajar, partir, partir, viajar, viajar, partir, partir, viajar, no detenerse nunca. Quilómetros que pasan bajo el culo y que alejan los problemas. Viajar, ver todos los ángulos de la Tierra, perseguir los falsos veranos, perseguir la guerra que tienes en el corazón, correr más veloz que el dolor como un jet supersónico. Anticiparse a tu propio ruido y hacerlo de forma que no te alcance nunca, viajar al volante de un coche hecho polvo que por cada kilómetro de más da una alegría al padre, telefonear a tu madre, decir que todo está en su sitio, volver por Navidad a toda costa, partir, viajar, agosto tras agosto, tras agosto, tras agosto. Alejar aun un poco las responsabilidades, como una grieta de una barca que tarde o temprano se anegará y será quizás demasiado tarde para evitarlo. Partir, viajar, no olvidar fotografiar el mundo en movimiento que se repetirá aunque quien sabe dónde, quien sabe cuándo. Partir y vivir buscando y bailando diferentes ritmos y bajo diversos acentos, bailar en los husos horarios y en el cambio climático. Escalar la cima y después descender a un valle una, diez, cien, mil millas con los pies por equipaje y el mundo por familia, probar las cocinas de los países más lejanos, con tenedor, con palillos, con las manos, los países más lejanos, pero lejanos de qué, lejanos, de cosas lejanos de dónde, con las raíces en tu corazón y las ramas en otro lugar. Partir con el sol siempre de cara a toda costa, agosto tras agosto... Viajar, sentirse Marco Polo, sentirse muy solo, solo alguna vez en un tren, dentro de un compartimiento lleno de caras que no conoces, que no conocerás, confines de soledad que nunca caerán, que nunca volverás a ver, intercambiar cuatro charlas en idiomas que no sabes con una simple sonrisa o con un solo gesto, descubrirse Marco Polo y no sentirse solo entre los humanos, estrechar millones de manos en todos sitios, agosto tras agosto...Viajar a través del sonido, bueno, lo bajo que es un tono, viajar a través de la música, a través de la cultura, el descubrimiento de la naturaleza y de uno mismo, viajar en el porqué, viajar en Internet o en un jet o en bicicleta, o a pie y moverse permaneciendo firme sobre le lugar, agosto tras agosto..."
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