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dimarts, 14 de juliol del 2009

CHINA GIRL. David Bowie

EL AMOR ES EXTRAÑO
A mediados de los años 80, tuvo lugar en Francia un proceso judicial por espionaje contra un diplomático local y su amante china que dejó al mundo boquiabierto. No porque el acusado, Bernard Boursicot, hubiese tenido una amante que trabajaba para una potencia extranjera, sino porque esa amante era, en realidad, un hombre que, al parecer, le había ocultado su identidad sexual al diplomático durante 20 años y hasta le había hecho creer que tenía un hijo suyo. Mientras los jueces hacían esfuerzos notables para que no se les escapara la risa, el inefable Boursicot mantenía que nunca había reparado en la peculiaridad física de su amante porque esta era una chica muy tímida que siempre se iba a la cama con él a oscuras y a medio desvestir. Casi todo el mundo llegó a la conclusión de que el señor Boursicot o era tonto de capirote o se lo hacía para evitar males mayores.
Pero el dramaturgo norteamericano David Henry Hwang se tomó la cosa en serio y recicló esa extraña historia de amor en una obra para Broadway, M. Butterfly, que luego fue llevada al cine por David Cronenberg y que ahora acaba de salir entre nosotros en DVD. Prácticamente al mismo tiempo que Shi Pei Pu, el hombre que engañó (o no) al majadero (o no) de Boursicot fallecía en París a los 70 años (su amante sigue vivo, pero es muy poco lo que se sabe de él). Para Hwang y Cronenberg, esa historia aparentemente ridícula no era más que otra prueba de que, como cantaba Buddy Holly, el amor es extraño. En ese sentido, M. Butterfly se convirtió en una tragedia griega con tonos de ópera bufa, así como en una de las mejores películas del señor Cronenberg sobre material ajeno. Excelentemente interpretada por John Lone y Jeremy Irons (a quien, en esa época, principios de los 90, no se le escapaba ni un papel de perturbado mental), M. Butterfly es, en el fondo, una reflexión sobre los autoengaños del amor. Cuando nos enamoramos, vienen a decirnos sus autores, vemos lo que queremos ver y creemos lo que queremos creer.
Muchos hemos estado convencidos en algún momento de que la relación que manteníamos era eterna. Boursicot, rizando el rizo de la ilusión, creyó que un hombre era una mujer que hasta le había dado un hijo. (Ramón de España. EL PERIÓDICO DE CATALUNYA – 13 de juliol de 2009)

LLETRA
Oh oh oh ohoo little china girl, Oh oh oh ohoo little china girl. I could escape this feeling, with my china girl. I feel a wreck without my, little china girl. I hear her heart beating, loud as thunder, saw the stars crashing. I’m a mess without my, little china girl. Wake up mornings where’s my, little china girl. I hear our hearts beating, loud as thunder. I saw they stars crashing down. I’m feeling tragic like I’m Marlon Brando when I look at my china girl. I could pretend that nothing really meant too much when I look at my china girl. I stumble into town just like a sacred cow, visions of swastikas in my head, plans for everyone. It’s in the white of my eyes. My little china girl, you shouldn’t mess with me. I’ll ruin everything you are. I’ll give you television. I’ll give you eyes of blue. I’ll give you men who want to rule the world. And when I get excited my little china girl says: “Oh baby just you shut your mouth”. She says ... sh, she says, she says. And when I get excited, my little china girl says: “Oh baby just you shut your mouth”. And when I get excited my little china girl says: “Oh baby just you shut your mouth”. She says ... sh, she says. Oh oh oh ohoo little china girl.

TRADUCCIÓ
Oh oh oh ohoo chinita, Oh oh oh ohoo chinita. Podría liberar esta sensación, con mi niña china. Me siento un náufrago sin mi chinita. Oigo latir su corazón, fuerte como el trueno. Vi chocar las estrellas. Soy un desastre sin mi chinita. Despierto por las mañanas, dónde está mi chinita. Oigo latir nuestros corazones, fuertes como el trueno. Vi chocar y precipitarse las estrellas. Me siento trágico como si fuera Marlon Brando cuando miro a mi niña China. Podría fingir que nada realmente significa demasiado cuando miro a mi niña China. Me tropiezo con la ciudad al igual que una vaca sagrada, visiones de cruces gamadas en mi cabeza, planes para todo el mundo. Está en el blanco de mis ojos. Mi chinita, no deberías liarte conmigo. Estropearé todo lo que eres. Te daré la televisión. Te daré ojos de tristeza. Te daré hombres que quieren gobernar el mundo. Y cuando me entusiasmo mi chinita dice: "¡Oh nene, cierra el pico". Ella dice ... sh, dice, ella dice. Y cuando me entusiasmo mi chinita dice: "¡Oh nene, cierra el pico". Ella dice ... sh, dice, ella dice. Y cuando me entusiasmo mi chinita dice: "¡Oh nene, cierra el pico". Ella dice ... sh, dice, ella dice. Oh oh oh ohoo chinita.

(ESCOLTA-LA)

1 comentari:

Unknown ha dit...

Tengo un amigo catalan que siempre se enamora de Chinas...mmmmmmmm... Realmente el amor es extraño!!